A 20 AÑOS DEL ATENTADO A LAS TORRES GEMELAS, EL DÍA EN QUE EL MUNDO SE DETUVO

¿Quién no recuerda qué estaba haciendo ese 11 de septiembre de 2001, esa mañana en que el reloj se detuvo?

Por Valentín García

Particularmente yo estaba en mi casa, aprovechando el feriado por el Dia del Maestro que se conmemora en Argentina cada 11 de septiembre. Como siempre, estaba con mis juguetes en el cuarto -tenia 8 años-, cuando de repente me llama mi vieja que estaba en la cocina. Voy hacia allí y lo primero que veo es en el televisor el impacto inolvidable de la noticia acompañada de las primeras imágenes que llegaban a través de las cadenas internacionales. Las torres en llamas, golpeadas por estruendosos aviones que chocaban contra las imponentes edificaciones, símbolos de New York...

Dejé mis juguetes a un lado para concentrarme toda la mañana en la cruda novedad de lo que estaba sucediendo. El resto es conocido. Jamás se le dio semejante tratamiento a un acontecimiento en todo el mundo. Será porque justamente esto sucedía en el corazón del sistema económico y político del pais más poderoso del planeta hasta ese momento. Décadas de hegemonía bélica y cultural no alcanzaron para que el World Trade Center -palabras en ingles que tal vez nunca olvidemos, el Pentágono, al igual que el Imperio ardían hasta derrumbarse, frente a la mirada atónita de todos los heridos y los espectadores que estaban en New York o siguiendo la tragedia por algún medio de comunicación.

2996 fallecidos en total en el peor atentado de la historia. Después quedan aquella imagen de G. W. Bush (hijo) siendo notificado en un jardín de infantes no una, sino dos veces de lo que acuciaba. Mas tarde iniciaría una misión contra Afganistán, en una guerra imposible; mas tarde en 2004 el objetivo seria Irak, otro objetivo inentendible.

Muchos afirman que el 11S marcó un antes y después en la historia, un quiebre en la geopolítica mundial que llega hasta hoy definido tal vez por el paso de la unipolaridad estadounidense hacia la multipolaridad que actualmente supone China a nivel planetario. Lo que sí podemos confirmar es que mientras el Imperio herido tramaba invadir e imponer violentamente su democracia a los paises "territoristas", nacía y crecía la percepción global de que el Imperio en realidad estaba cayendo.