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Desocupados

También conocido como "Desocupación", es un cuadro de 1934 (rechazado por el Salón Nacional) del pintor argentino Antonio Berni. Forma parte de una colección privada y está realizado en temple sobre arpillera. Sus dimensiones son de: 218 x 300 cm.


La obra retrata la época de la Década Infame en la Argentina. Berni pinta la vida de los más humildes para expresar una realidad trágica, desigual como así también la desocupación, las huelgas, las luchas obreras en una tremenda perspectiva por momentos de tinte suarrealistas ante un paisaje de ensueño.

Sus preocupaciones, de carácter político, lo alejan de la dimensión fantástica y lo acercan al realismo social. Conectado con el pintor mexicano David Alfaro Siqueiros (muralista) Berni pensó en reemplazar el mural por obras de grandes dimensiones (pintura pública). Realizando una serie de trabajos de estilo monumental con personajes que sacaba de las manifestaciones y protestas obreras.

La composición de la obra posee un alto grado de iconicidad y los personajes se asemejan más a marionetas que a seres humanos. Son estáticas. La actitud general de los personajes tiende a una fuerte horizontalidad, que se ve cortado por el personaje principal (plantado en sentido vertical) que equilibra la composición. El segundo personaje: la mujer, es la imagen de la clásica Madonna con el niño Jesús en sus brazos, pero de rasgos definidamente indoamericanos.

Todo el cuadro en sí tiende a lo colosal. ¿Qué esperan estos hombres de brazos quietos o de actitud durmiente o cansada? Un trabajo. Antonio Berni plasma así la desocupación, la pobreza, la espera de una respuesta a los problemas del desempleo y la falta de estabilidad laboral. Se pasa así con la temática y el modo de pintar del surrealismo a los grandes cuadros hasta llegar al nuevo realismo. "Los desocupados" es un cuadro que apela una vez más a la actualidad de nuestros días en un mundo de políticas de ajuste y recesión que en tan sólo un par de meses modificó el escenario nacional.

La expresión de los alegóricos hombres pintados por Berni deberían sensibilizar el pensamiento y la actitud de la población toda y más que nada a la de los gobernantes. El simple sueño de la gente de tener un trabajo para el sustento propio o el de su familia es una deuda que todavía tienen que resolver las políticas actuales para hacer de este país un lugar sustentable y de redistribución equitativa de la riqueza.


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